TESTIMONIO DEL ARTISTA

La idea de Gente Salvaje vino a mi por primera vez cuando vi los grabados de hombres salvajes de Martín Schongauer y Albrecht Dürer. Estaba muy interesada en la manera en que estos hombres míticos eran ilustrados en las pinturas y los grabados de la Europa Medieval, con su cuerpos completamente vestidos de piel como un símbolo de su “alteridad”.

Mi empleo de papel a menudo se mantiene como un símbolo similar de esta “rusticidad” o experiencia cruda visceral. La piel, flagelos, y módulos que utilizo para crear las composiciones de mis dibujos y esculturas de papel significan sensaciones física y mentales que experimentan los humanos, pero que pueden decidir ignorar u ocultar debido a las presiones sociales.

Estoy muy atraída a cosas que causen sensaciones físicas inmediatas, que el mundo exterior y nuestra propia conciencia pueden interferir con ello. Esto es una estética y es tema en mi trabajo que planeo ampliar en esta nueva serie de performance en el que trabajo con los trajes cortados a mano en papel, para asemejar la apariencia asociada a cierto tipos de subculturas del mundo moderno de hoy. Estoy muy interesada en otros métodos en los que las personas vayan a través de un autodescubrimiento y cómo logran organizarse para rechazar la moral de la cultura y crear su propio código ético, uno que le sirva mejor a sus propios intereses.

Al adaptar y estilizar gustos musicales, el lenguaje corporal, apariencia, baile y jerga que define a ciertas subculturas, mi performance despertará el mito de la Gente Salvaje.