Nina Staehli es una artista suiza que creció en la ciudad de Cham, Suiza, y que actualmente trabaja en pintura, instalación, performance, video y otros lenguajes artísticos. Aún joven, Nina se trasladó y se graduó en Roma, entre 1983 y 1985, en la escuela de teatro «Il Cenacolo» de Fausto Costantini. Enamorada del teatro, permaneció profundamente inmersa en este campo hasta principios de la década de 2000, con numerosas producciones. A continuación, estudió escultura con Walter Huerlimann en la Universidad de las Artes de Zúrich, completó su formación en el Istituto d’Arte G. Ballardini (Italia) y se trasladó a Berlín de 2008 a 2021, tras lo cual regresó a Suiza.

En su obra, Nina explora cuestiones fundamentales de la existencia humana y las corrientes que dan forma a nuestra sociedad. A través de una selección precisa de medios —desde el cine y la fotografía hasta la escultura y la pintura— desarrolla perspectivas en capas múltiples que se despliegan en instalaciones narrativas específicas para cada lugar. Su práctica se define por una diversidad material distintiva y una profundidad conceptual que revelan las contradicciones sociales e invitan a la reflexión sobre las fracturas de la condición humana. Durante su tiempo en ´ace, Nina trabajó en una instalación específica para la Sala Políglota, donde instaló piezas impresas en papel, ediciones gráficas, una proyección y dos piezas de vídeo, todas ellas relacionadas con su serie en curso: Big Heads.

STATEMENT DE LA ARTISTA

Mi experiencia artística explora la existencia, toda la condición humana y la sociedad como si se tratara de un laboratorio. Mi investigación se centra en la literatura, la filosofía, la naturaleza y la historia, así como en la experiencia personal y los viajes. Mi enfoque es el de una científica intensamente dedicada a la investigación, cuyos resultados se expresan a través del arte transmedia, es decir, a través de múltiples medios artísticos. De esta manera, puedo recurrir a una amplia gama de posibilidades, rechazando las demarcaciones estrictas entre los géneros de las artes visuales y promoviendo enfoques transdisciplinarios, es decir, contrastando con la ciencia, la tecnología o la filosofía. Los enfoques experimentales son, por lo tanto, una parte esencial de mi práctica artística, al igual que la reflexión y el debate críticos y sociopolíticos que se reflejan en el arte experimentado como acción y comunicación. Mis obras individuales y ciclos creativos no son, por lo tanto, entidades aisladas, sino que forman un sistema que opera en diferentes niveles artísticos, creando y desarrollando mi cosmos personal a través de la dramaturgia de la narración. En mi trabajo, no me permito estar atado a un medio específico, ya que esto limitaría mi labor de investigación; por el contrario, cada forma artística involucrada aporta su propia contribución específica a la expresión y comprensión de mi sistema artístico. La escultura, el cine, la instalación y la pintura dan sustancia a mi investigación, y cada composición individual contribuye de manera distintiva a la narrativa general, al tiempo que aporta su propia contribución específica a la comprensión del mundo artístico que se narra.