Quitapenas (Los Grabados Negros)
Cecilia Mandrile

Cecilia Mandrile (Argentina, 1969) es una artista visual cuya práctica itinerante explora estéticas del desplazamiento. Su investigación gráfica se enfoca en la traducción constante de retratos errantes hacia un ensayo tangible de la impermanencia. En su visita a Buenos Aires desde Nueva York, donde vive actualmente, Cecilia pasó por el estudio de ´ace para realizar una intervención dentro del Proyecto Carapantallas titulado Quitapenas (Los Grabados Negros).

STATEMENT DE LA ARTISTA

En La forma de un bolsillo, John Berger cita a Degas: “Solo se tiene un corazón”, un latido que dedicó a la obra de su vida. La mayoría de las veces, ser artista visual significa un intento solitario de seguir el ritmo de nuestro propio corazón. Pero, ¿qué ocurre cuando ese corazón se trasplanta a otro cuerpo u otro paisaje, territorios de lenguas desconocidas y recuerdos irreconocibles? Los desplazamientos amenazan la estabilidad y la continuidad de la naturaleza del yo, el sentido de nuestro núcleo debe redefinirse, rediseñarse. Estos procesos encierran una incertidumbre extrema y suscitan preguntas sobre las formas de hospitalidad y colaboración como una aventura vital.

Quitapenas (Los grabados negros) es un proyecto basado en el desplazamiento inherente a las prácticas basadas en la impresión, que nos permite reflexionar sobre su potencial de traducción y reconstrucción. Desde principios de siglo, he desarrollado una serie de muñecas plegables construidas a partir de fragmentos de mi cuerpo, objetos encontrados, vendajes, tiritas; escaneadas e impresas, cortadas, descoloridas, rotas, cosidas. A lo largo del viaje, en diversas residencias artísticas como refugios efímeros, como Kasterlee, Londres, Berkeley, Riad, Nueva York, Venecia y Bristol, los frágiles y enfermos fragmentos se ensamblaron como nuevos cuerpos a lo largo de los años y se rebautizaron como Quitapenas, figuras protectoras que iniciaron una nueva década de nomadismo. Un cuarto de siglo después, aún apátridas ante un presente desolador, estos Quitapenas renacen como Los grabados negros, un proyecto de narrativas errantes basado en una comunidad nómada. Estos retratos, traducidos a través de diversos procesos gráficos —relieve, estampado, intaglio, impresión digital con pigmentos y serigrafía—, fragmentos supervivientes del desplazamiento a través de vastas geografías, se encuentran ahora refugiados de forma temporal en uno de los Carapantallas de Proyecto´ace. Allí, expuestos a la vulnerabilidad del invierno de Buenos Aires, reflexionan sobre la resiliencia y la fugacidad, la fragilidad y la transformación.

Rindiendo homenaje a Las Parcas, hijas de la noche en las Pinturas Negras de Goya, y siguiendo la premisa del Proyecto Carapantallas, estos Quitapenas se proponen rescatar el latido de la obra Electrosensible de Ana Dulce, se levantan en un gesto de ayuda y abrazo, sosteniendo como “Cloto” el hilo de la vida, un vínculo con la obra que las precede en este territorio. Cuando apelar a la empatía parece ser motivo de desconfianza, Los grabados negros, errantes, confusos, inquietos, mutilados, continúan en constante reflexión desde los restos, un fragmento sensible donde la inquietante noción de la imposibilidad de un retorno se encuentra con la confianza en un nuevo comienzo: el corazón de uno latiendo en la mano del otro.