Como cierre de residencia, presentamos en el estudio de ´ace el trabajo de lxs residentes del período de mayo-junio. Esta exhibición reúne a cinco artistas (dos trabajando como colectivo y una artista invitada como parte del programa expositivo Semillero 2023) que, a través de sus obras, exploran las tensiones y complejidades de nuestra existencia contemporánea, quienes se han sumergido en el pulso de la ciudad, extrayendo de su paisaje urbano, sus residuos, y sus sonidos, materiales e inspiraciones para sus trabajos.

Thomas Macie (EE. UU.) nos invita a ver la belleza en lo desechado y lo roto. A través de su proceso de recolección de desechos y carteles desgarrados de las calles de Buenos Aires, desafía el valor estético de lo que consideramos inútil. Su obra nos confronta con nuestras propias ansias de consumo y la fugacidad de la satisfacción que buscamos en lo material. Nos cuestiona si es posible encontrar consuelo en lo que es abandonado, transformando la basura en un espejo de nuestros deseos insaciables.

A través de su pieza ciclos, el colectivo formado por Sofía Fernández Díaz y Sofía Gabriel (México-EE. UU.) crea una acción viva que conecta al público con el flujo de la improvisación y las tradiciones ancestrales. Utilizando materiales naturales y herramientas hechas a mano, su obra es una celebración de la feminidad, la vida y los cambios. Los gestos y materiales, desde la Grana Cochinilla hasta los metales oxidados, forman una oda a la Luna, resaltando los procesos y ciclos de la naturaleza.

María Villanueva (Argentina) utiliza la metáfora del cuerpo humano como un microcosmos para explorar los sistemas internos y su reflejo en el exterior. A través de cerámicas, textiles y pinturas, crea un Atlas del cuerpo, una cartografía que revela paisajes humanos y territorios desolados. Su trabajo es una práctica de cicatrización y reflexión, donde lo oculto se hace visible y lo interno se proyecta hacia el exterior.

Lis Sundberg, por su parte, explora el sonido como un lenguaje universal que une historias, emociones y tradiciones. Inspirada por experiencias en Berlín, China y sus raíces cuáqueras, su obra es una invitación a la participación del público para crear un paisaje sonoro colaborativo. En esta pieza, el sonido se convierte en un medio para explorar la solidaridad y la interconexión, construyendo redes de raíces que amplifican las historias de todos.

Además, presentamos al público el mural de Marian Calle (Argentina), artista en residencia Palimpsesto de Pintura Mural gracias a una beca de Fundación´ace.

En conjunto, estas obras invitaron al público a reflexionar sobre la interconexión de nuestras experiencias humanas, la belleza en lo cotidiano y lo desechado, y la constante búsqueda de significado en un mundo en constante cambio. Esta exhibición es una celebración de la diversidad de perspectivas y una llamada a cuestionar lo que damos por sentado, abriendo espacio para nuevas formas de ver y escuchar nuestro entorno.