Jill Downen es una artista estadounidense que vive en Kansas City.

Su práctica artística investiga la relación simbiótica entre la escultura, el cuerpo humano y la arquitectura, donde el intercambio de fuerzas y tensiones de la construcción, el deterioro y la restauración emergen como posibilidades temáticas. Downen cree que el cuerpo es el vehículo principal para comprender el mundo. Sus entornos escultóricos inmersivos involucran los sentidos y formas de conocimiento que a menudo son privadas y experimentales.

STATEMENT DE LA ARTISTA

El trabajo de Jill Downen está enmarcado por la indagación conceptual, la investigación, los procesos materiales, un lenguaje visual-espacial desarrollado durante 20 años y su inconformidad de género. Activa el espacio con un enfoque escultórico utilizando hormigón, yeso, madera, metal, dorado a la hoja y piedra lapislázuli. Downen genera sus trabajos en un método no lineal, moviéndose con fluidez entre el dibujo, la escultura y la creación de modelos (tanto digitales como físicos) que culminan en instalaciones de sitio específico.

El profundo conocimiento de Downen de la fenomenología, el espacio, la luz y la materialidad informa la forma en que esculpe todo el volumen de un espacio dado. Una metáfora temática en su trabajo es la plomada azul, una herramienta compuesta por un peso en una cuerda que utilizan los constructores para erigir muros en verdadera relación vertical con un plano horizontal. La plomada funciona como una metáfora contemplativa de la verdad, activando las formas en que percibimos y entendemos los hechos objetivos y las verdades subjetivas.

ACERCA DE FRONTERA

La frontera, para mí, es un lugar intermedio para existir como pensadora no binaria en un mundo lleno de polaridades. Comencé la residencia con el deseo de buscar las energías dinámicas que activan la frontera como un espacio conceptual donde todo está en movimiento. Exploré la idea de tensión binaria, una tensión lineal entre dos límites, que se libera para revelar fuerzas inesperadas, haciéndolas visibles. La escritura, la lectura, el dibujo y la investigación informados por conversaciones dentro de la cohorte llevaron mi trabajo intuitivo. Me concentré en el uso de una plomada de tiza para hacer varios videos.

Mi trabajo se mezcló con las exploraciones de las colaboradoras Trisha Gupta y Nora Jacobs. Juntas, exploramos ideas de movimiento circular para escapar de los límites, la neurodiversidad representada a través de imágenes cerebrales y la conectividad mediante la combinación de imágenes fijas y en movimiento. Nuestro proceso creativo fue documentado con texto e imagen en formato pdf. Los encuentros de la residencia enriquecieron mi investigación a través de la colaboración, los recursos y el diálogo.